6 consejos para llevar a sus hijos al dentista
Cuando hable con su hijo de ir al dentista, creemos que lo mejor es hablar de ello un poco como si fuéramos al supermercado, o al centro comercial local a por zapatos.
Aquí en le darán algunos consejos con experiencia divertida, fácil y normal, en la que tu hijo salga de la consulta rebotando y sin ningún miedo.
Esta es la mejor manera que conocemos de promover una experiencia normal y sin miedos. Desde el punto de vista económico, intentamos ayudar en todo lo posible. Entendemos que llevar a los niños al dentista puede ser un obstáculo para los padres, ¡sobre todo para los padres de muchos niños! Siga estos consejos de Clínica dental Urbina:
1. Empiece pronto a visitar a su dentista de cabecera
¿Cuándo empezamos? Lo cierto es que los dientes de leche son muy importantes. La pérdida temprana es muy perjudicial para el desarrollo de los dientes adultos.
La pérdida de los dientes de leche es, por supuesto, un poco como la simple pérdida de un diente que será reemplazado de todos modos, sin embargo, es importante que lo consideres de esta manera: los dientes de leche son como un “retenedor”, que mantiene el espacio y el volumen para los importantísimos dientes adultos.
Si estos dientes se pierden de forma prematura, a veces perdemos espacio y volumen que pueden obstaculizar los dientes adultos o hacer que salgan en el lugar equivocado.
Además, no hay una forma “agradable” de perder un diente de leche, y la extracción de un diente de leche puede tener que realizarse con anestesia general suave (una opción que nunca nos gusta) o con anestesia local, lo que puede ser traumático para los más pequeños.
Si podemos controlar y solucionar los problemas cuando son pequeños, o instigar medidas preventivas que detengan los problemas en primer lugar, estas son siempre la mejor opción.
Los niños más pequeños son maleables: si empiezas pronto, normalizas la idea de ir al dentista y se acostumbran a los sonidos y las vistas de tu clínica dental local.
Además, así te aseguras de estar al tanto del desarrollo oral de tu hijo y le ayudas a aplacar sus nervios dentales.
2. Juega a fingir como tu dentista agradable
A los niños les encanta jugar a fingir: fingen ser bomberos, profesores, estrellas del pop y todo lo demás. ¿Por qué no jugar a ser dentistas? En nuestra opinión, ésta es una de las formas más eficaces de conseguir que tu hijo se haga a la idea de ir al dentista.
3. Mantén la calma antes de la cita con el dentista
¿Tienes tus propias ansias de ir al dentista? No nos lo tomamos como algo personal: la fobia y la ansiedad dentales son algunas de las más comunes. No te culpamos por pensar así, pero lo que debes evitar es que ese miedo se transmita a tu hijo.
Cuando son pequeños, los niños son mucho más perceptivos de lo que crees. Pueden captar la ansiedad, lo que a su vez les hace sentirse ansiosos; según algunas investigaciones, las fobias pueden ser comportamientos aprendidos.
Por lo tanto, si a usted le sudan las palmas de las manos al pensar en ir al dentista, su hijo también aprenderá a ponerse nervioso: si papá y mamá están nerviosos, significa que el dentista debe ser malo.
Es importante que no des señales visibles de malestar cuando salga el tema del dentista. Si es posible, trata de hablar de ello en un tono tranquilo y realista.
4. Evite los sobornos
El soborno: la técnica a la que recurren muchos padres. Aunque ganarse a los niños con promesas de juguetes puede ser útil a corto plazo, conlleva tres grandes problemas.
- El primero es que convierte la visita al dentista en algo importante. Después de todo, si es tan importante como para que mamá y papá ofrezcan sobornos, ¡las revisiones dentales deben ser algo malo!
- En segundo lugar, algunos niños más avispados se dan cuenta de que pueden exigir regalos cada vez más grandes; no hace falta decir que esto puede dar lugar a una actitud poco agradable.
- Por último, muchos padres recurren a ofrecer caramelos de todo tipo para convencer a sus hijos de que vayan al dentista.